«Cuando trata de leer, las líneas se tuercen y confunden. El médico le ordena dibujar un cuadrado. Ella no puede. No hay manera de que se unan las cuatro líneas. Cuando mueve una mano, se asusta de su propio movimiento, como si la mano no fuera suya, como si no formara parte de su cuerpo. Algún tiempo después, trata de dibujar la cabeza de un animal. Pero no consigue resolver el problema de meterle los dientes en la cabeza y los dibuja fuera. Ha perdido el sentido de la orientación.»
Como una delicada joya, se recupera ahora este sobrecogedor testimonio autobiográfico de Unica Zürn (Berlín 1916-París 1970) sobre la esquizofrenia, la enfermedad que a lo largo de su vida la llevó de clínica en clínica psiquiátrica y, finalmente, al suicidio. «Este extraordinario libro», escribe Menchu Gutiérrez, «es un diario del vértigo y un relato sobre la insaciabilidad del deseo, sobre el precio que la creatividad a veces obliga a pagar».