¿Qué es el original? ¿Y su autor? A responder estas dos preguntas, en apariencia sencillas, pero seductoramente misteriosas a la hora de estudiar obras escritas y transmitidas desde la Grecia clásica al nacimiento de la imprenta -aunque también después- se orienta este ensayo. Con ejemplos que van de Aristófanes, Gelio, Livio, Demóstenes o la biblioteca de Focio a la Divina Comedia, el Extraño Caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, el Pierre Menard de Borges e incluso Senderos de Gloria (Stanley Kubrick, 1957), Luciano Canfora evidencia cómo en la historia de las letras modo de difusión y modo de composición discurren estrechamente ligados. Dicho de otra forma: en el caso de los textos antiguos siempre hay un anillo de más que -como en las traducciones- rellena los vacíos (o los «silencios» del texto, según bella imagen de Ortega). Con prodigiosa amenidad, se abordan aquí varios apuros del método de reconstrucción conocido como genealógico: la estrecha linde entre los errores mecánicos y los conceptuales, el arquetipo como modesto sucedáneo, las interferencias colaterales durante el proceso de copia, la tradición indirecta (el arte de recabar extractos) por lo que atañe a la fijación del estado más próximo al original, el paso del rollo al códice... Todo ello a la zaga de obras y creadores que tuvieron la dicha de vivir en el tiempo en el que el mundo cambiaba por vez primera, y con él también los libros.