El asedio animal está formado por cuatro relatos cuyo eje narrativo es el cuerpo mutilado y que se entrelazan entre sí formando una novela. Las historias suceden en el norte de Colombia, alrededor de un pueblo llamado Hukuméiji, cercano a Cartagena, a Santa Marta, al mar y a un río caudaloso, en una región montañosa, de vegetación abundante y lluvias copiosas. Las cuatro historias son narradas en primera persona por mujeres y hombres jóvenes pertenecientes a un grupo social desfavorecido y que en algún momento son despojados de partes de su cuerpo —la lengua, las manos, las piernas, los ojos—, padecen la muerte de sus seres queridos, e incluso han sido despojados de su tierra. Así, el cuerpo conecta a los personajes con el mundo, la tierra, la naturaleza, con su familia y comunidad, pero también es el lugar donde se manifiesta el horror de la violencia ejercida por el poder político, económico y social que castiga, vulnera y decide sobre los seres humanos, su dolor y deseo.