En esta celebración innovadora de la diversidad en animales y humanos, Joan Roughgarden desafía la sabiduría aceptada sobre la identidad de género y la orientación sexualDistinguida bióloga evolutiva, Roughgarden se enfrenta al establecimiento médico, la Biblia, las ciencias sociales e incluso al propio Darwin. Conduce al lector a través de una fascinante discusión sobre la diversidad de género y sexualidad entre peces, reptiles, anfibios, aves y mamíferos, incluidos los primates. ‘El arcoíris de la evolución’ explica cómo esta diversidad se desarrolla a partir de la acción de genes y hormonas y cómo las personas llegan a diferir entre sí en todos los aspectos del cuerpo y el comportamiento. Roughgarden reconstruye la ciencia primaria a la luz de las críticas feministas, homosexuales y transgénero y redefine nuestra comprensión del sexo, el género y la sexualidad. Ingenioso, juguetón y atrevido, este libro revolucionará nuestra comprensión de la sexualidad. Roughgarden sostiene que los elementos principales de la teoría de la selección sexual darwiniana son falsos y sugiere una nueva teoría que enfatiza la inclusión social y el control del acceso a los recursos y las oportunidades de apareamiento. Ella cuestiona una variedad de conceptos científicos y médicos, incluido el determinismo genético del comportamiento de Wilson, la psicología evolutiva, la existencia de un gen gay, el papel de la crianza en la determinación de la identidad de género y el "gen egoísta" de Dawkins como impulsor de la selección natural. Desafía a las ciencias sociales a respetar la agencia y la racionalidad de las personas diversas; muestra que muchas culturas en todo el mundo y a lo largo de la historia se adaptan a personas que hoy etiquetamos como lesbianas, gays y transexuales; y pide a la religión cristiana que reconozca los muchos pasajes de la Biblia que respaldan la diversidad de género y sexualidad. ‘El arcoíris de la evolución’ concluye con recomendaciones audaces para mejorar la educación en biología, psicología y medicina; para democratizar la ingeniería genética y la práctica médica; y por construir un monumento público para afirmar la diversidad como uno de los principios definitorios de nuestras naciones.