La novela es un descenso a los infiernos del comisario de la Dirección General de Seguridad Luis Pavón; un policía ambicioso, morfinómano, lector de Baltasar Gracián y facha. Muy facha, hasta el punto de considerar que Franco era un papanatas y un maricón. La caída comienza con su expulsión del Cuerpo en los estertores de la dictadura de Primo de Rivera justo antes de ser ascendido a comisario-jefe. Desde entonces su obsesión es recuperar su prestigio y su puesto en la DGS, pero en el camino irá encontrando obstáculos y enemigos reales e imaginarios. Su particular catábasis se entrecruza con el declinar del segundo protagonista de la novela: el inspector Larousse. Este policía, maestro de Pavón, es todo lo contrario de su discípulo: desclasado, humanista, vegetariano, anticlerical, espiritista… La corrupción, la hipocresía y la miseria del mundo que le ha tocado vivir le pesan demasiado, aunque se resiste a caer en el cinismo. Estos son los dos principales personajes de una novela que, de forma intercalada, transcurre entre 1911 y 1940. En su conjunto presenta un retrato social, grotesco y disparatado