RazónLa danza siempre fue una pasión que acompañó a Campbell a lo largo de los años. Tras su primera vivencia de joven en la Escuela de Verano de Bennington –en la que tuvo la impresión de «estar contemplando una epifanía de la humanidad del fu-turo»–, pudo seguir cultivándola de cerca gracias a su mujer, Jean Erdman, destacada figura de la danza contemporánea norteamericana. Con ella fundó en 1972 el Open Eye Theater, donde ambos fueron desplegando durante quince años un am-plio y exitoso programa de baile y teatro mitopoéticos, ilustrado los fines de semana por las iluminadoras conferencias que pro-nunciaba él mismo sobre las representaciones escénicas que allí tenían lugar. En la primera parte de El éxtasis del ser se reúnen por primera vez ocho significativos artículos de Campbell sobre el tema de la danza. La segunda parte del libro la constituye «Mitología y forma en las artes escénicas y visuales», una investigación acerca del arte moderno y la danza en la que estaba trabajando poco antes de su muerte en 1987, donde desarrolla la idea de que el arte es «el embudo por el que el espíritu se derrama sob