«Con numerosas referencias, sobre todo, a las culturas orientales y, en menor medida, a la tradición grecorromana, Dragón custodiando el misterio logra recrear la atmósfera de los “antiguos rituales” y construir su catálogo de la biblioteca de los dragones. Un tono poético “abolido” por un presente ensordecedor que demanda lo contrario al ruido y la exhibición: el espacio en el que “con extraña poesía se escribe / desnuda la emoción de lo Sagrado”, un entrar “en el silencio” y “perseguir” la creación de “una holgada túnica de poemas”». (Sonia Betancort)