La evolución histórica de los seres humanos demuestra cómo, poco a poco, una minoría se ha apropiado de los resortes económicos para utilizarlos en su propio beneficio. Dentro de tales resortes está el mundo de los medios de comunicación, cuya finalidad más esencial es intentar preservar un orden establecido. Para ello se recurre a mensajes en los que se establece la maldad o bondad de instituciones, países, acontecimientos, situaciones, ideas o personajes. En definitiva, se crean, subjetiva e interesadamente, "dioses" y "diablos".Dioses y diablos mediáticos nos enfrenta a esta realidad -la de las verdades a medias, manipuladas o cercenadas en pro de intereses ocultos a los ciudadanos- y tiene la virtud de hacerlo de forma amena al tiempo que rigurosa.Las raíces emocionales y la vedetización del público, el endiosamiento de la televisión y la intencionalidad de construir mentalidades son algunas de las categorías explotadas por Reig para dibujar lo indibujable: un panorama mundial comunicativo al servicio de demasiados intereses aperiodísticos.