Artículo en Publico.es
Ciudadanos ha conseguido situarse como un partido nuevo, sin pasado, con un decidido apoyo de unos medios tan endeudados como los partidos. Sin embargo, la formación cuenta con nueve años de existencia, en los cuales se ha posicionado ideológicamente en múltiples votaciones en las instituciones en las que está presente, además de lidiar con casos que reproducen a escala 1:1 las prácticas de los partidos frente a los que se presenta como alternativa.
Nacido a rebufo del patriotismo constitucional aznarista, y con el objetivo de eliminar la limitada autonomía de la que disponía el PSOE frente al PP en todos los temas importantes, el partido surge para defender la Transición y la Constitución española, y para exigir acuerdos entre PP y PSOE que orillen a los nacionalistas y a las izquierdas a la izquierda del PSOE.
Después de su éxito inicial en el Parlament y tras la posterior crisis debida a su participación en las elecciones europeas de 2009 en una candidatura ideada por un millonario antiabortista irlandés, y coaligada con Miguel Durán o con un pequeño partido vinculado al «Tamayazo» que propició la investidura de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid, C's resurgió de sus cenizas a caballo del auge del independentismo en Catalunya y del acuerdo de gobierno entre CiU y el PP en la Generalitat.
Paralelamente al hundimiento de UpyD, Ciudadanos ha sido capaz de reinventarse como un partido liberal europeo, buscando y encontrando alianzas en los poderes económicos incluido el IBEX y saltando la barrera de los medios Intereconomía, Libertad Digital, etc. en los que había estado confinado hasta su entrada en el Parlamento Europeo en 2014. A partir de ese momento, inicia un proceso acelerado que le lleva a ocupar una posición, en muchas ocasiones decisiva, en el mapa político español.