Cuando me disuelva se desarrolla en un ambiente lluvioso, estresante y pocas veces esperanzador. Los dos protagonistas van tejiendo la historia de cómo se relacionan, huyen y se salvan, todo en medio de angustias personales, responsabilidades y, por supuesto, una gran incertidumbre existencial.
Arturo y Lola irán encontrando poco a poco su camino y su paz, descubriendo el refugio que suponen las relaciones en sus vidas.
Esta novela nos cuenta una historia de amistad. De amistad rara. De amistad en las buenas y en las malas. De amistad por imposición casi sin elección. La típica amistad que no sabes bien hasta cuándo te va a acompañar. Una historia de dos narrada por una sola voz.