¿Y si, a quien no pudiese mantener una vivienda, se le asignara una vivienda social? ¿Y si, incluso, todos los trabajadores fueran propietarios de sus casas? ¿La solución pasa por que se cumpla el derecho a la vivienda? ¿Es cuestión de «economía social»? ¿Tiene que cambiar la moral de los capitalistas, o quizá la de los propios trabajadores, que no saben administrarse?
«NO», resuelve claramente Engels en los presentes textos.
Ni las soluciones pequeñoburguesas (en este libro caracterizadas como «proudhonianas») ni las de la gran burguesía son soluciones reales a una cuestión cuya formulación es ya una trampa: la cuestión de la vivienda.
Junto al clásico y casi por completo ignorado en las luchas actuales Contribución al problema de la vivienda, incluimos a modo de prefacio un texto de juventud de Engels, «La grandes ciudades», capítulo de su libro La situación de la clase obrera en Inglaterra.
«La tarea asignada a la "economía social", esa nueva ciencia inventada por la burguesía, consiste, pues, en hallar los caminos y medios en el marco de este estado social, para que todos los trabajadores asalariados puedan ser transformados en capitalistas sin dejar de ser asalariados. (...) Pero, ¿tendría la bondad de indicarnos cómo se podría transformar en mariscales de campo a todos los soldados del ejército francés sin que dejen de ser simples soldados?»