Asumida únicamente como la diferencia entre ricos y pobres —es decir, un problema de distribución de ingresos—, la desigualdad parecería ser tan sólo una consecuencia del sistema económico. Sin embargo, su comportamiento reproductivo y su presencia en todos los ámbitos la convierten, más que en consecuencia, en una pieza estructurante del sistema: baste mencionar la lucha de clases, el patriarcado y el racismo, las desigualdades geopolíticas o las confrontaciones intergeneracionales, para observar los diferentes modos en que se constituye. El presente libro ofrece una propuesta teórica y política de emancipación social, vista como una oportunidad para construir condiciones de igualdad en contextos de libertad, no sólo por fundamentos éticos sino esencialmente políticos. Para lograrlo, los autores confrontan la desigualdad en dos vías: como un fenómeno social (y, por tanto, históricamente situado y estructurado) y mediante la reflexión crítica de los conceptos, categorías, indicadores y marcos de su entendimiento. No se trata tanto de un estudio de la desigualdad en sí misma, cuanto de una reflexión crítica