"Es una historia de odio. De niña la vi arder en los ojos de mi madre y el resplandor de esa llama no ha dejado de arder en mí desde entonces. La historia debe venir de lejos, tan lejos como se remontan los psicoanalistas, hasta la más tierna infancia, hasta las manos anchas y largas de mi madre agarrándome el pelo, sujetándome el cuello". Louise Chennevière