Obra ganadora del I Premio de Novela Gráfica Ciudades Iberoamericanas.
«Desde hace unos años mi segundo trabajo es cuidar casas de amigos cuando se van de viaje. Pago sus impuestos, riego las plantas y paseo sus perros. Todo el tiempo soy una vecina nueva, en algunas casas no llego a averiguar cuál es la mejor verdulería del barrio y en otras me quedo varios meses y hasta aprendo el nombre de las calles. Cuando no puedo dormir me imagino que el ruido de los autos es el mar. Me aguanto la respiración y llego nadando a una casa transparente en la que me dejan pagar el alquiler con dibujos». María Luque