Sor Mariana Alcoforado vivió en Portugal entre 1640 y 1723. Las cartas que dejaron su nombre marcado a fuego en la tradición de la literatura epistolar y la literatura erótica fueron escritas, presumiblemente, en 1668. Hoy se sabe que estas cartas, dirigidas al marqués de Chamilly, fueron obra del conde Lavergne de Guilleragues.
En sus vehementes textos se manifiesta el desamparo y la tristeza por un amor no correspondido. Pocas veces en la literatura se ha plasmado con tanta belleza y arrebato el sentir amoroso.
Las imágenes del gran artista italiano Milo Manara amplifican hasta el éxtasis los deseos de la legendaria monja portuguesa.