Calvin y sus tres hermanos, cuatro hermanas y sesenta y siete mil cuatrocientos treinta y dos primos nacieron bajo el alero de un viejo establo. Calvin podría ser uno de tantos pájaros, pero es completamente distinto a los demás.
Mientras los otros pequeños estorninos aprenden a lanzarse en picado, planear y hacer figuras en el aire, Calvin entierra su pico en los libros. En la biblioteca su imaginación remonta el vuelo y le lleva a lugares que, con sus alas, nunca podría alcanzar.
Tan absorto está en sus libros que se olvida de ir a las clases de vuelo. Así que cuando llega el invierno y toca migrar, Calvin no puede volar. Por suerte, su familia no lo deja solo y, al fi nal, sus conocimientos de metereología le permitirán salvar a toda la bandada.
Una fábula para que no olvidemos que los libros son importantes, pero que hay cosas que no se pueden aprender solo con libros.