Tras obtener el Premio Euskadi con "Tangram" (2011) y jugar con géneros como la ciencia ficción extraña ("Los últimos", 2014) o la comedia noir ("Resort", 2017) el bilbaíno Juan Carlos Márquez regresa con una salva de relatos como bengalas de advertencia, una decena de historias verdaderas que no necesariamente son ciertas.
Las pequeñas situaciones cotidianas que enhebran el yo (trabajo, familia, paternidad, redes sociales, medios de comunicación, sexualidad, aburrimiento) son súbitamente iluminadas por fogonazos de sensibilidad y surrealismo, de lucidez y de ironía metaliteraria.
El sujeto contemporáneo como una matrioska desquiciada donde convergen fuerzas que escapan un poco a su intelecto y lo zarandean sin misericordia en un espectáculo que invita a abrazarlo y abofetearlo en las mismas proporciones. Ternura, humor y mala leche a raudales en unos textos donde la autoficción, como siempre ha sido, no renuncia a su segundo término.