Perros y estrellas me siguen cuando
penetro
en el bosque defendido por la noche.
Busco el lugar donde cayó el rayo.
Busco la desnudez oculta por el musgo.
En la hendidura del tronco de un árbol
la respuesta del tiempo resbala como lágrima
por el devastado rostro bien amado.
Busco el cielo que se abrió al relámpago
como una vagina nupcial o la nube púrpura
destrozada por el trueno.
Estoy buscando el instante
en que la lluvia es una dádiva del día
y no el trastorno de la mente congelada.
En el bosque oscuro, rodeado por la sabiduría
de mis perros
que husmean hojas secas y espantan insectos
aturdidos,
busco aquello con nombre entre las cosas sin
nombre.
Busco el lugar del rayo. Quiero el trueno y el
relámpago.
“En el bosque”, Lêdo Ivo.