En economía, cuando el cuerpo de instituciones es insuficiente para resolver los problemas que surgen, dos fuerzas actúan en la generación de nuevas propuestas: el riesgo del acreedor y la incertidumbre. Con el objetivo de reducir estas variables, los acreedores han promovido la creación de organismos que inicialmente servirían como estabilizadores de la economía mundial, pero hoy se han convertido en instrumentos de política exterior, en oficinas de información sistémica.Bajo este contexto, la presente genealogía nos permite observar, más allá del devenir histórico, que la arquitectura financiera internacional los instrumentos, prácticas e instituciones que aseguran la estabilidad es, en realidad, la expresión del poder político del sistema financiero: cada escenario en el que la institucionalidad pierde vigencia implica una crisis, un momento en el que se juega el liderazgo en la economía internacional y se construye una nueva comprensión, pero ésta tiene siempre a los mismos beneficiarios.Muchos son los cambios que ha experimentado la arquitectura financiera: cambió conforme la economía pasó de ser productiva e internacional a financiera y global; mutó cuando el riesgo se eliminó de las inversiones gracias al respaldo del dinero público. Actualmente la financiarización está presente en todas partes; en la sustitución del salario por crédito de consumo, en el arbitraje de tasas de interés (que sustituyó a la oferta y la demanda de bienes), etc. Sin embargo, todo parece indicar que existe un trato preferente. Es así como se presenta un panorama que no es la foto fija de un devenir, sino el abordaje crítico en búsqueda de soluciones.