En España hubo atentados especialmente cruentos que alcanzaron a gente de condición más humilde que se encontraban por azar en un lugar público, como las bombas arrojadas en el Teatro del Liceo y en la procesión del Corpus de Santa María del Mar, el atentado contra el rey Alfonso XIII el día de su boda, o las explosiones indiscriminadas en las calles de Barcelona que le valieron el calificativo de ?Ciudad de las bombas?.