En 1970 se grabó y se estrenó una de las obras más importantes de la música contemporánea, la Cantata de Santa María de Iquique. Compuesta un año antes por el músico chileno Luis Advis e interpretada por Quilapayún y Héctor Duvauchelle, la obra se convirtió en un emblema de la lucha obrera y acompañó al movimiento político, social y cultural surgido alrededor de la Unidad Popular, coalición ganadora de las elecciones que llevó a la presidencia de Chile a Salvador Allende. Sin embargo, la obra ha permanecido desde entonces como un impulso inconsciente político que ha traspasado fronteras nacionales e históricas. Como un clásico de la música contemporánea política, junto a obras de Hanns Eisler, Luigi Nono, Marc Blitzstein o Dmitri Shostakóvich, la Cantata integró formas musicales modernas y formas populares para narrar la historia de una matanza ocurrida en 1907, en la ciudad norteña de Iquique. El conjunto de ensayos que se publican en este volumen intentan analizar esta obra desde distintas perspectivas, contextualizarla, entender su proyección sobre el presente y pensar sobre los procesos criminal