Dos jóvenes se conocen en un pub del sudeste de Londres. Ella es bailarina, él fotógrafo, ambos afrodescendientes nacidos en Inglaterra que intentan abrirse camino en una ciudad que al mismo tiempo los celebra y los rechaza. Aquella noche, cuando se presentan, la atmósfera del local se carga de electricidad: se produce entre ellos una atracción inmediata, una conexión espiritual profunda. A partir de entonces, se van enamorando de forma tierna y cautelosa, conscientes de las dificultades y las contradicciones a las que se enfrenta un primer amor como el suyo.
Sobre este argumento, que a simple vista puede parecer la típica historia de amor de juventud, Caleb Azumah Nelson ha construido una novela asombrosa, cargada de honestidad y belleza, y en la que arroja potentes reflexiones sobre cuestiones de raza, masculinidad y violencia. Un debut extraordinario, que destaca por su estilo elegante a la vez que arriesgado, y que trata sobre la fuerza del amor, la vulnerabilidad que provocan las dudas, el dolor ante la pérdida, el cansancio de nadar a contracorriente y el riesgo de ahogarse en aguas abiertas.