Este libro recoge el trabajo conjunto de diferentes pensadoras que buscan hacer filosofía de otro modo en el ámbito del pensamiento político y estético. En esa dirección, las autoras proponen dislocar la norma en tres aspectos: «desquiciar» el orden cortocircuitando el lugar que «nos» ha sido asignado en la historia del pensamiento masculino occidental; salir de «nosotras mismas» asumiendo ese «nosotras» como objeto central de cuestionamiento; y mostrar que los temas «habituales» tienen más de hábito que de pensamiento y que, por tanto, pueden ser explorados de formas alternativas. Este libro, por tanto, es una apuesta declaradamente feminista y apunta a una dislocación de lo habitual que permita sacar a la luz conexiones inesperadas entre la sensibilidad y el pensamiento, entre la praxis y el concepto, y entre un pasado y un presente desde el que se vuelve urgente desactivar la profunda lógica patriarcal que gobierna la sociedad contemporánea.

Este libro es el resultado de una serie de reflexiones que intentan dar respuesta a una preocupación por las posibilidades de tramitación y subversión de la violencia. Pero también es una propuesta para la elaboración de proyectos políticos de reparación que no son sino una práctica de justicia. De este modo, este libro busca representar la violencia desde una perspectiva filosófica y psicoanalítica. Nombrar la violencia del pasado y del presente hace justicia histórica y, de alguna manera, puede darnos herramientas y estrategias para resistir esa misma violencia en el futuro.