Poesía
Isbn: 9788488020383
Editorial: Ardora Ediciones
Colección: Colección Vanguardia clásica , 2
Fecha: 10 / 2005
Precio: 18.20 €
Fuera de stock
Puede decirse que con el envenenamiento de Chatterton (1770) inicia el suicidio su edad moderna. La muerte del jovencísimo Chatterton es cantada por Keats, Coleridge, Shelley, Vigny. Su suicidio en la realidad y el de Werther en la novela proporcionan status intelectual a un acto que antes de eso se consideraba de pésimo gusto, a no ser que fuera motivado por falta de liquidez o cualquier otro capricho. El suicida sigue sin poder reposar en tierra sagrada, pero en adelante ocupará un puesto de honor en la mitología artística.
A la hora de hacer una «anatomía del suicidio» llama la atención que se den por igual los suicidas de vocación y los súbitamente inspirados. Entre los primeros, Kleist, Maiakovski, Crevel, József, Pavese, Sylvia Plath, Jens Bjorneboe... Pero más que la premeditación acaso admira la insistencia en el gesto. ¿De qué huía Ángel Ganivet cuando se arroja desde un vapor al Duina, y tras ser rescatado trabajosamente por los pasajeros aprovecha un descuido para sumergirse otra vez en la corriente helada? ¿Qué le da fuerzas a Yávorov, ciego a resultas de un anterior intento de suicidio, para ingerir veneno y, en previsión de algún accidente benéfico, volarse luego la tapa de los sesos? ¿Y a Antero de Quental para dispararse dos veces consecutivas? Costas Cariotakis, la noche del 20 de julio de 1928, se dirige al agitado Mediterráneo con la intención de acabar con su vida. Diez horas después la corriente le devuelve sano y salvo a la playa. Entonces regresa a su casa, se cambia de ropa, sale a desayunar, compra una pistola y se dispara una bala en el corazón...
Huían de su propia vida, de sus fracasos artísticos, de sus deseos siempre insatisfechos, de su exacerbada sensibilidad. Exploradores de vastos territorios del alma, expuestos a las más inclementes contradicciones, se encuentran en ocasiones en la tesitura de elegir la sensibilidad o la supervivencia. En todo caso no debemos creer que los poetas suicidas son una especie lánguida, sumida en un desánimo que le impide percibir lo que de grato tiene la existencia. Las vidas de estos muertos son un ejemplo de vitalidad extraordinaria. El peso de su sufrimiento no lastraba su paso, sino que por el contrario parecía dotarles de una maravillosa ligereza.
Filosofía
Isbn: 9788488020406
Editorial: Ardora Ediciones
Colección: Colección Vanguardia clásica
Fecha: 04 / 2009
Piedra de toque de toda la sabiduría antigua y referencia constante del pensamiento contemporáneo, la obra del nada sonriente Heráclito concita como ninguna otra la tensión entre filosofía y poesía que cifra los orígenes de la modernidad. Una rica y compleja tradición, iniciada en Europa a comienzos del siglo XIX, y cien años más tarde en España e Iberoamérica, no ha dejado de analizar desde múltiples ángulos el enigma inagotable de los Fragmentos de Heráclito de Éfeso. Aunque conocido como «El Oscuro», sus oraculares proposiciones irradian una luz singular en el panorama del pensamiento presocrático. A diferencia de Jenófanes, Parménides y Empédocles, Heráclito prescinde del verso, sin que su mensaje pierda por ello una resonancia intensamente poética. Nacido en Jonia (actual territorio de Turquía) hacia el año 540 a. C. y fallecido en torno al 480 a. C, el filósofo de Éfeso, en quien Hegel sitúa el origen mismo de la Filosofía, proyecta su voz con sorprendente inmediatez desde el tránsito cronológico entre la cultura arcaica y la clásica, así como desde el eje geográfico entre Oriente y Occidente. Ubicado en esa encrucijada, Heráclito libra la batalla decisiva contra el pensamiento mítico, al que contrapone simultáneamente una razón crítica y una dialéctica paradójica, indesligables de la investigación de uno mismo. Comenzando por el propio Platón, la obra del efesio ha impregnado, inspirado e intrigado a algunos de los filósofos, filólogos y poetas más destacados de Occidente. El propósito de este libro se centra en ofrecer la más rigurosa traducción al castellano de los Fragmentos de Heráclito, acompañada de los materiales esenciales para reconstruir el contexto en que surgieron y la recepción de que han sido objeto ininterrumpido a lo largo de veinticinco siglos. La primera parte del volumen presenta los textos en griego y castellano, a razón de uno por página, mientras que la segunda traza una memoria de las lúcidas y apasionadas investigaciones llevadas a cabo por innumerables heraclíteos. Uno de ellos, Castoriadis, afirma: "Con Heráclito nos encontramos plenamente en la filosofía, con todo su esplendor y, en efecto, con su oscuridad".