Autonomía
Isbn: 9788477741909
Editorial: A. Machado Libros S. A.
Colección: Acuarela Libros
Fecha: 03 / 2007
Precio: 13.00 €
Fuera de stock
La historia del siglo XX es la historia del conflicto y las alianzas entre tres figuras: el "sabio", portador de la inteligencia acumulada en infinitos gestos de producción, creación y reflexión; el "mercader", que convierte los productos de la inteligencia humana en mercancía, y el "guerrero", expresión de la violencia que regula la relación entre inteligencia y mercancía, entre saber y técnica.
El movimiento del 68 trató de liberar al sabio del control del mercader y el
guerrero, opuso la autonomía y la autoorganización de la inteligencia colectiva al poder del dinero y la violencia. Después vino el contraataque capitalista de los años ochenta y noventa, la aparición del capitalismo digital, la proliferación incontrolada de identidades agresivas, la guerra global permanente decretada por la administración Bush... Sometido al mercader y al guerrero, el sabio acumula un enorme sufrimiento psicológico, expresado en las nuevas patologías de la atención que atraviesan hoy mismo nuestras sociedades.
¿Puede politizarse ese sufrimiento? ¿Puede construirse la independencia de las formas de vida fuera del circuito de la acumulación y el beneficio? ¿Pueden crearse otras instituciones de saber conectado, compartido? Para ello el sabio tendrá que tejer un vínculo inédito entre saber y no saber, entre la potencia del pensamiento y el amor por lo desconocido, lo que aún no sabemos, lo imprevisto.
Franco Berardi, Bifo, es hijo del movimiento creativo de los años setenta en Italia (particulamente en Bolonia). Fundó con otros compañeros la primera radio libre en Europa: la mítica Radio Alice. Durante años, ha seguido de cerca las transformaciones del trabajo y la comunicación, inscribiendo siempre sus reflexiones
en prácticas de comunicación alternativas, como el proyecto Rekombinant (http://www.rekombinant.org/) o el movimiento de televisiones de calle contra el despotismo mediático en Italia (http://www.telestreet.it/). En castellano ha publicado: "La fábrica de la infelicidad" (Traficantes de Sueños, Madrid, 2003), "Telestreet: máquina imaginativa no homologada" (El Viejo Topo, Barcelona, 2004). Publica regularmente en la revista "Archipiélago". "El Viejo Topo" le dedicó un dossier completo en su número 203 (febrero 2005).
Autonomía
Isbn: 9788493298241
Editorial: Proyecto Editorial Traficantes de Sueños
Colección: Mapas
Fecha: 05 / 2003
Precio: 9.50 €
Fuera de stock
Comunicación
Isbn: 9788496356009
Editorial: Ediciones de Intervención Cultural
Colección: Textos Inquietos
Fecha: 05 / 2008
Precio: 16.48 €
Fuera de stock
El dominio de los grandes colosos de la comunicación ha inundado de canales televisivos el paisaje mediático. Consecuencia de ello ha sido una inmensa sobrecarga informativa que coexiste con la proliferación de la cháchara y la banalización.
Frente a la colonización de la esfera comunicativa por parte de los grandes grupos privados, es necesario afirmar un nuevo principio, sin el cual cualquier discurso acerca de la democracia corre el riesgo de perder consistencia: el de que la comunicación es un espacio público. Los ciudadanos tienen derecho a utilizar los espacios comunicativos como usuarios, pero también como productores. Por ello las instituciones públicas (ayuntamientos, gobiernos autonómicos y gobierno central) deben garantizar el derecho a tener acceso al éter y a la banda ancha digital a los grupos que quieran acceder a ellos.
Evidentemente, no es un asunto fácil: los grandes grupos han conseguido que los sistemas de licencias y concesiones reviertan casi exclusivamente en su beneficio. Pero la experiencia italiana, donde en los márgenes del sistema oficial de comunicación comenzó, durante la segunda mitad de 2002, a extenderse el fenómeno nuevo de las televisiones de calle, ha puesto en marcha un proceso de escape. Un número creciente de personas está utilizando las tecnologías de la comunicación como instrumentos para crear espacios compartidos. Lo que sucedió con Internet en la segunda mitad de los años noventa podría repetirse en el conjunto del paisaje mediático. El dominio centralizado de las grandes empresas puede combatirse no mediante la oposición, sino mediante la proliferación.
Estas televisiones, denominadas ya genéricamente Telestreet, están construyendo las condiciones sociales a partir de las que será posible pedir a las instituciones públicas que cumplan con su deber democrático, que no es el de hablar en lugar de los ciudadanos ni, menos aún, admitir que grupos de prepotentes invadan y privaticen el espacio público, sino el de permitir que los ciudadanos se expresen, se comuniquen, intercambien mensajes y creen puntos de atención. Telestreet es una experiencia nueva que propone un modelo de comunicación horizontal, fuertemente ligado a la dimensión territorial, pero abierto, al mismo tiempo, al paradigma de la red.